CORREIO BRAZILIENSE: Portugal abre las puertas a los nómadas digitales

Lisboa — A partir de este domingo, los brasileños que deseen vivir y trabajar en Portugal tendrán más facilidad para ingresar al país. Se flexibilizaron las reglas para todo tipo de trabajadores, pero un grupo en particular está llamando la atención del gobierno portugués: el de los nómadas digitales, personas que realizan actividades que se pueden realizar desde cualquier parte del mundo. Este contingente creció mucho tras la pandemia del nuevo coronavirus y va desde profesionales de tecnologías de la información hasta psicólogos, desde diseñadores web hasta docentes. “Tenemos nuestras puertas abiertas para los nómadas digitales”, dice el Ministro de Economía y Mar de Portugal, António Costa Silva.

La perspectiva es que los nómadas digitales brasileños lideren las solicitudes de residencia entre los ciudadanos de la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa (CPLP), beneficiándose de la flexibilización de las leyes para extranjeros. Hoy, el flujo de estos profesionales está impulsado por europeos, especialmente del Reino Unido y Francia, y de Estados Unidos, que se benefician de un menor costo de vida —aunque la inflación ronda los 9% al año—, de servicios gratuitos de salud y educación y seguridad: Portugal es considerado el sexto país más pacífico del mundo.

No por casualidad, la tierra de Cabral fue elegida como el mejor país para los nómadas digitales, según el Travel and Work Index, publicado por la web Kayak. “Estamos hablando de factores que pesan mucho en la decisión de cualquier trabajador que piense en vivir fuera de su país de origen”, dice Adriana Schneider, especialista en desarrollo humano y organizacional y directora general de Humanare. Se mudó a Portugal hace un año con su esposo y cuatro hijos y señala que la calidad de vida y las facilidades para desarrollar su trabajo normalmente en Brasil fueron predominantes en su decisión.

A pesar de toda la flexibilidad en la legislación para los trabajadores extranjeros, Portugal ha fijado una serie de normas que deben cumplirse para que los nómadas digitales puedan disfrutar de las buenas condiciones que ofrece el país. El primero de ellos, según el Decreto número 04/2022, es acreditar una renta mensual de al menos 2,8 mil euros, el equivalente hoy a R$ 15,4 mil, con relación laboral. Un certificado emitido por el empleador es vital.

Para aquellos que no tienen vinculación formal con una empresa y actúan de forma independiente, es necesario presentar un contrato de sociedad o de servicios, con una demostración del trabajo realizado. Estos son requisitos a los que el gobierno portugués no renuncia, dice Thiago Huver, maestro en derecho internacional privado y socio de Martins Castro. Además, deberás acreditar la residencia fiscal. Es decir, tener un registro —número de identificación fiscal (NIF)— en la Receita Federal portuguesa.

 

El abogado Marcelo Rubin, socio de la consultora Clube do Passaporte, considera rígidos, pero comprensibles, los requisitos del gobierno portugués para quienes trabajan a distancia. “Como toda medida, tiene sus consecuencias. Por un lado, el cambio en la ley de nómadas digitales atraerá a aquellos con ingresos altos, ayudando a impulsar precios que ya son altos en Lisboa, por ejemplo, como la vivienda, pero, al mismo tiempo, dinamizará la economía. del país, que es bueno”, dice.

El objetivo de Portugal, cree Rubin, es retener a muchos de los nómadas digitales que ya pasan por el país, pero como turistas, que se quedan por poco tiempo. “Con incentivos, incluso fiscales, es posible que estas personas, en su gran mayoría del área de tecnologías de la información, terminen beneficiándose de la ley”, agrega. Él, sin embargo, no ve a los brasileños empujando este movimiento de trabajadores desde casa a Portugal. “Hay mucha gente en esta situación trabajando para empresas de Estados Unidos e Israel, que tiende a instalarse en territorio portugués”, subraya.

Impacto de las elecciones

Thiago Huver recuerda que, con la nueva normativa, los trabajadores remotos que obtengan una preautorización para residir en Portugal ya recibirán números de Seguridad Social provisionales, correspondientes a la Seguridad Social en Brasil, y al Servicio Nacional de Salud (SNS). “Con esta medida, es más fácil proceder con los trámites burocráticos para la emisión de documentos básicos para que los inmigrantes vivan en Portugal. Creemos que el convenio de movilidad (que facilitó las normas para los trabajadores extranjeros) supone un importante impulso para los profesionales que deseen vivir con seguridad y libertad internacionalmente”, apunta.

Renato Martins, director general de Martins Castro, máster en derecho e investigador en movilidad internacional, añade: “Las visas para trabajo a distancia —e incluso para quienes recurren a la opción de permanecer en Portugal hasta 180 días buscando trabajo— representan una para todos los que quieran internacionalizar sus carreras con foco en el mercado portugués”, dice. “Tan pronto como tenga un contrato formal, el ciudadano tendrá derecho a una red de protección social y laboral del Estado, las mismas reglas vigentes para los portugueses. Además, los trabajadores podrán circular libremente por todos los países que forman la Unión Europea”.

Adriana Schneider, de Humanare, cree que, además de las ventajas de vivir en Portugal —la puerta de entrada de los brasileños a Europa—, la cuestión política en Brasil debería ayudar a los nómadas digitales, incluidos los empresarios, a aprovechar las nuevas reglas para trabajadores extranjeros . “Quien gane, quien estuvo del otro lado puede aprovechar las facilidades que brinda la ley portuguesa para construir una nueva carrera”, señala. También está la ventaja del idioma. “Para quien pueda permitírselo, puede ser una buena opción”, cree.

Licenciada en Relaciones Internacionales, Cristianne Marinho reconoce que las dificultades que enfrentará Brasil en los próximos cuatro años, independientemente de quién sea elegido presidente, han pesado mucho en su decisión y la de su esposo, que es abogado, de mudarse a Portugal , ella como nómada digital. Actualmente, Cristianne trabaja desde casa como analista de comercio exterior. “Un amigo de mi marido, que también es abogado, siempre nos animó a mudarnos al país europeo. Pero todo estaba en la conversación. Ahora, con las elecciones y la nueva ley en Portugal, estamos pensando seriamente en el tema”, dice.

Con dos hijos, de 2 y 7 años, Cristianne cree que las tierras portuguesas pueden ser un buen lugar para criar hijos, ya que son seguras y tienen un buen sistema de educación pública, y para ella desarrollar una carrera internacional. “Para quien vive en Natal, donde la violencia campa a sus anchas, la seguridad lo es todo”, destaca.

seguridad y burocracia

Para hacer la vida más fácil a los ciudadanos extranjeros que quieren vivir y trabajar en Portugal, el gobierno local también ha derribado una serie de barreras para los estudiantes. En lugar de que el proceso de obtención de un visado para permanecer en el país europeo comience en el Servicio de Extranjería y Fronteras (SEF), un organismo extremadamente burocrático e ineficiente, todo se puede hacer en los consulados. En Brasil hay 39 representaciones y la determinación es agilizar las solicitudes.

Sin embargo, es importante señalar que, una vez vencido el período de permanencia en territorio portugués, quien desee permanecer allí deberá recurrir a la SEF. Actualmente, hay más de 200.000 solicitudes pendientes de manifestaciones de interés de permanecer en el país, según el ministro del Interior de Portugal, José Luís Carneiro.

“Garante” puede darte un empujón si te falta dinero

Lisboa — No es nuevo que Portugal esté persiguiendo a los trabajadores para compensar su escasez de mano de obra. Y el mecanismo más novedoso para atraer ciudadanos dispuestos a afrontar cualquier tipo de trabajo llegó con la modificación de la Ley de Extranjería, aprobada en agosto de este año por el Parlamento portugués. Según las nuevas reglas, quienes no puedan demostrar ingresos de al menos tres salarios mínimos (2.115 euros o R$ 11.600) para permanecer en territorio portugués hasta 180 días para buscar trabajo podrán presentar un término de responsabilidad firmado. por un ciudadano portugués o por un extranjero calificado para vivir en el país.

En este documento, el responsable se compromete a sufragar los gastos de alimentación y alojamiento del candidato a un puesto de trabajo en Portugal, liberando al gobierno de posibles cargas. Según Thiago Huver, maestro en derecho internacional privado y socio de Martins Castro, la nueva legislación eximió la prueba de medios de subsistencia para los ciudadanos de los países que integran la Comunidad de Lengua Portuguesa (CPLP), de la cual Brasil es miembro. Los visados temporales, que se pueden obtener directamente en los consulados, permiten a los extranjeros entrar en Portugal e intentar encajar en el mercado laboral. El plazo inicial es de 120 días, renovable por otros 60 días.

El camino para obtener visas de trabajo temporales en Portugal es mucho menos tortuoso, pero es necesario seguirlo estrictamente para evitar frustraciones. En el caso de quienes vayan a presentar el término de responsabilidad en el consulado, es importante recordar que se revisará todo y, al menor indicio de inconsistencia, se denegarán las visas. El país europeo sabe que necesita mano de obra, sin embargo, no quiere convertir el proceso de inmigración en una juerga. Por tanto, otro de los requisitos que asumen los responsables de los solicitantes de empleo es que paguen su regreso a sus países de origen si no logran encontrar un lugar en el mercado laboral. El gobierno no quiere ilegales en territorio portugués.

“Cumplir con los requisitos es fundamental para tener éxito en las solicitudes con los consulados”, refuerza Huver. También señala que la visa para buscar trabajo es individual, es decir, no permite viajar con familiares. Más: los beneficiarios deberán enviar las solicitudes de entrada en Portugal al Instituto de Empleo y Formación Profesional (IEFP), indicando las calificaciones académicas y las experiencias en el mercado laboral. “Es importante dejar en claro que solicitar una visa para buscar trabajo no es válido para quienes ya están en Portugal. Los brasileños que viven en territorio portugués y han obtenido un trabajo formal pueden legalizarse expresando interés, medida prevista por la ley”, explica.

Salida de la ilegalidad

Para el abogado Marcelo Rubin, socio de la consultora Clube do Passaporte, al crear visas para buscar trabajo en Portugal, el gobierno no solo siguió un acuerdo de movilidad que había firmado con países de habla portuguesa, sino que también puso en práctica un movimiento para resolver problemas demográficos y fronterizos. “Este proceso es de gran interés para los brasileños, que ingresan a Portugal como turistas y terminan quedándose en el país después de encontrar un trabajo, recurriendo al SEF (Servicio de Extranjería y Fronteras) para regularizar la situación. Con las nuevas visas, esto disminuirá mucho”, cree.

Rubin recuerda que, debido a la gran cantidad de extranjeros que ingresaron a Portugal como turistas y hoy expresan interés en permanecer en el país, el sistema de inmigración se ha enfrentado a turbulencias. Y todos saben que la migración continuará, especialmente de ciudadanos de países como Brasil, que fueron colonias portuguesas. “Desde el punto de vista de Portugal, es mejor crear visas temporales para buscar trabajo que seguir alentando a las personas a permanecer fuera de la ley y luego buscar la regularización”, explica.

Desde un punto de vista demográfico, Portugal es un país con una gran población anciana, que depende del sistema de seguridad social para mantenerse. La población se ha ido reduciendo año tras año. Como tales, los trabajadores extranjeros son clave para reforzar las arcas públicas —ya aportan casi 1.000 millones de euros (R$ 5.500 millones) al año a la seguridad social— y para cubrir miles de puestos vacantes en todos los sectores de la economía que están abiertos.

reserva de mercado

Adriana Schneider, especialista en desarrollo humano y organizacional y directora ejecutiva de Humanare, refuerza que hay muchas vacantes disponibles en el mercado laboral en Portugal, especialmente aquellas que requieren menos calificación, que los portugueses no quieren ocupar. “Son albañiles, choferes, carpinteros, ayudantes”, señala. Los portugueses, agrega, elevaron mucho el nivel de educación después de unirse a la Unión Europea. “Cuando se gradúan, se van a otros países de la región en busca de mejores salarios”, agrega.

Incluso en el área de tecnología de la información, los puestos vacantes son en su mayoría para técnicos, que ganan menos. Los puestos de dirección y liderazgo están en manos de portugueses y europeos. “Hay una reserva de mercado, a pesar de la necesidad de mano de obra”, explica Adriana. Eso no impide, sin embargo, que los brasileños se trasladen a Portugal, aceptando ocupar estos cargos, dando un paso atrás en su carrera profesional, confiados en que, más adelante, podrán dar pasos mayores ya estando en el país europeo. “Es una opción”, apunta.

Para Renato Martins, director general de Martins Castro, máster en derecho e investigador en movilidad internacional, el trabajador que decide buscar oportunidades en Portugal debe prestar atención a todos los detalles. “Él no puede, por ejemplo, recibir menos de un salario mínimo por mes (705 euros o R$ 3,8 mil) y tendrá que cotizar al Sistema de Seguridad Social, la Seguridad Social portuguesa”, dice. También deberá presentar un seguro de viaje o un documento emitido por la Seguridad Social en Brasil, el PB4, que garantiza la atención en el sistema de salud público portugués, y un pasaporte válido. “Y no se aceptarán personas con una condena de más de tres años de prisión”, subraya.

El especialista señala, sin embargo, que si, por un lado, tales requisitos pueden restringir el acceso al mercado laboral portugués, por otro lado, brindan seguridad a los inmigrantes, que no serán susceptibles de aceptar ninguna oferta de trabajo o incluso incorporarse. la situación laboral ilegal mantener la subsistencia en el país mientras se busca una vacante formal. “Quienes sean contratados podrán permanecer en Portugal, con derecho a solicitar la residencia en el país”, subraya.

Después del período de cinco años, siempre con prueba de empleo, existirá la opción de obtener la ciudadanía portuguesa. “Es una gran ventaja y aporta mayor estabilidad a los trabajadores, ya que permite el libre tránsito por países de la Unión Europea como turistas y además favorece la internacionalización laboral”, añade el director general de Martins Castro. Vale la pena recordar que el costo de vida en Portugal, a pesar de ser más bajo que en la mayoría de los países europeos, continúa aumentando. Alquilar un apartamento de dos habitaciones en Lisboa cuesta nada menos que 1.000 euros (R$ 5.500).

Vicente Nunes

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